De la oscuridad a la luz... De la noche a la mañana.

Mi vida anterior ya no cuenta, era gris y vacía, pero milagrosamente apareció un hombre, Mi Cuadrador de Círculos, Mi dueño y de la noche a la mañana todo, toda mi vida cambió.
Por siempre, sor de MrQ

lunes, 7 de septiembre de 2009

Microrrelatos de MrQ

Estos relatos son regalos que me hace Mi Amo, mientras hablamos por el messenger. Vamos hablando y Él va maquinando... y de repente me encuentro con:

1- Miedo


(Lamentablemente, este se perdió en el ciber-espacio.... espero que MrQ lo recupere pronto, porque me gustaba mucho)

2- Merecido castigo

Ella sabía que el error que había cometido era muy grave
y que él se dispondría a castigarla.
Estaba desnuda con el collar puesto esperándolo en medio de la habitación. Él entro despacio, casi sin hacer ruido, se puso ante ella y la miró, acarició levemente su cuerpo, parándose en sus pezones en su cara y en su pelo, ella estaba temblorosa porque aun no le había dirigido la palabra.
La miró a los ojos y le quitó el collar. Lo puso con cuidado sobre la mesita de noche, -Sé que significa mucho para ti- le dijo con voz seria, pero tal vez no merezcas llevarlo.
Ella empezó a ponerse nerviosa e intento implorar que se lo pusiera, pero él la hizo callar de una bofetada.
-Ponte de rodillas y estira los brazos con las palmas hacia arriba.
Él cogió la fusta y le dijo, - Este es sólo el inicio de tu perdón, aguanta todo lo que puedas.
Empezó a dar en las palmas de sus manos, la fusta sonaba fuerte, le daba sin piedad. Los plas de la fusta se mezclaban con los gemidos que la esclava intentaba sofocar.
Él la miraba a la cara y notaba como por sus mejillas empezaban a correr sus lágrimas, pero ella, como siempre, no le pedía que parara .Cuando las lágrimas empezaron a mojar su pecho y sus gemidos se transformaron en sollozos el paró. Le ordenó que se fuera a refrescar las manos con agua, cuando ella regresó a la habitación el estaba estirado en la cama y le mando hacerle un masaje.
Fue el mejor masaje en tiempo, en esa mañana fría las manos de la esclava estaban calientes.
Ella acabó el masaje y se arrodilló a los pies de la cama, con voz temblorosa dijo, -Amo, ¿me puede colocar mi collar?
-¿Tu collar? ese es un collar pero no tu collar, lo perdiste en el momento que mentiste. Si lo quieres recuperar deberás ganarte otra vez mi confianza entregándote y explicándome porqué mentiste: fui a verte y no estabas, no has trabajado y me dijiste que sí.
Ella no pudo aguantar más, sabía que si no le decía donde había estado su amo la castigaría más o, aún peor, no dejaría que el collar acariciara su cuello otra vez.
Lo miró y le dijo - Comprando su regalo de aniversario, Mi Señor, y abriendo su bolso se lo enseñó.
El amo la miró, esta vez no sabía qué hacer ella mintió, pero estaba justificado, o no… una mentira es una mentira.
La puso de pie con la cara contra la pared y las piernas abiertas y mientras se la follaba le susurró al oído -Cuando te hayas corrido ponte tu collar y ya te diré que hacer, mi preciosa esclava.


3- Trabajo

Entró en el lugar de trabajo de su esclava, sabía que no debía entrar, eso dicen las normas y la cordura, pero fuera hacía calor. Ella trabajaba en un lugar público y sobre todo con aire acondicionado, fuera el sol estaba cayendo plano y se agradecía el cambio de temperatura.

Se sentó tranquilamente a leer el periódico y a mirar como ella trabajaba totalmente ajena a su presencia, a él le gustaba la idea de mirarla y sentirla cerca, pero no sabía cómo reaccionaría ella al verle. Al ver que se levantaba ella él también lo hizo, se acercó poco a poco a ella. Al verlo no supo reaccionar no sabía qué hacer, se limitó a darle dos besos e intentar controlar sus nervios.
Tartamudeo levemente -¿Qué quiere que haga Amo?
-No quiero que hagas nada, simplemente te espero.
Él la miro a los ojos y la vio decepcionada, esperaba más de su Amo que un te espero.
Cuando se giraba le dijo suavemente al oído,
-Ve al lavabo y espérame allí.
Ella soltó lo que tenía en la mano y le obedeció, le dijo algo a su compañera y fue al lavabo.

Él entro detrás pero dejando distancia, la encontró de rodillas y esperándolo, al acariciar sus pechos notó el sujetador, le dio una bofetada sorda en la cara, y le dijo, -Para trabajar sí pero para esperarme no puedes llevar eso- ella se lo quito rápidamente y le pidió disculpas.

El lavabo no era muy grande y no había mucho tiempo.Él se apalancó contra la pared y ella empezó a cumplir con su obligación, chupaba su polla temiendo más la siguiente orden que el peligro de ser descubierta.
Él le dijo -Te lo tragarás todo y lo que no caerá sobre tu blusa, ya verás cómo lo explicas ahí fuera, zorra. A ella no le gusta el sabor pero esta vez estaba forzada, sabía que si no lo hacía saldría con el manchurrón.
Cuando empezó a retorcerse ella apretó sus labios y empezó a tragar todo lo que salía, intentando no saborear nada aunque le era imposible, intentaba aguantar las ganas de escupirlo y las arcadas pero le costaba, cuando acabó de tragarlo todo él se abrochó y ella se iba a poner el sujetador cuando su amo le acaricio el pecho y le dijo que se había portado bien.
Salió primero ella dirigiéndose a su mesa con cara de aquí no ha pasado nada.

Él, todavía en el lavabo no se creía lo que había pasado, sólo venía a recogerla y se encontró con eso...

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