De la oscuridad a la luz... De la noche a la mañana.

Mi vida anterior ya no cuenta, era gris y vacía, pero milagrosamente apareció un hombre, Mi Cuadrador de Círculos, Mi dueño y de la noche a la mañana todo, toda mi vida cambió.
Por siempre, sor de MrQ

domingo, 1 de agosto de 2010

Microrrelatos de MrQ, 16 - LA INVITADA -


- LA INVITADA -


Al terminar la sesión su Amo le preguntó si quería dar un paso más. Ella contestó asintiendo con la cabeza mientras recogía todos los trastos usados en la sesión.
- No asientas y contesta, ¿quieres o no quieres?- Ella contestó con tono burlón. - Pues claro, claro que quiero Mi Amo, lo que usted desee y más- El Amo sonrió, sabía que a ella siempre le perdía la boca y preguntándoselo así ella se lanzaría a la piscina sin dudar.

Vamos a tomar un café y te lo cuento. Salieron, no sin que ella como siempre, tirara de la puerta para cerrarla como si la quisiera arrancar. Se sentaron en la cafetería y pidieron lo de siempre.

Ella impaciente, estaba deseosa de que le desvelara lo que se le pasaba por su cabeza. Él simplemente la miraba sonriendo y acabando de pensar como contarle lo que quería.
- Dime lo que quieres que haga, me estoy poniendo histérica- le espetó sin más.
- ¿Que quiero que hagas? Pon un anuncio en la sección de contactos, pide una compañera para alguna sesión esporádica, tú te encargarás de buscarla, de hacer la selección y de presentármela.

La cara de la esclava cambió en ese momento, quería que se la tragara la tierra, - Amo, Amito pero... ¿está seguro de lo que me pide, no se lo quiere pensar???

La sonrisa no desaparecía de la cara del Amo y un gesto entre miedo y sorpresa se quedó gravado en la cara de la sumi, él pidió la cuenta, pagó y pasando la mano suavemente por la cara de su sumisa le dijo que esperaba noticias de ella pronto, salió sin mirar atrás, la sumi aún estaba intentando despegarse de la silla.

Después de esto hubo dos sesiones más sin que ninguno de los dos tocara el tema.

Al terminar la segunda la sumi le preguntó como tenia que hacerlo para presentarle a la chica que había seleccionado. Él no preguntó como era, le daba igual, simplemente seria la que le había seleccionado su esclava, pero dio instrucciones de como quedar y que hacer. Primero, quedarían para conocerse los tres y, si todo funcionaba, ella la prepararía para la sesión.


Quedaron para verse al día siguiente, ellas dos llegarían antes y estarían esperando al Amo en la cafetería de siempre.
Ahora el Amo sí estaba nervioso, le roía la curiosidad por saber como sería la invitada y el miedo a no estar a la altura. La primera sesión con dos sumisas, eso le estaba haciendo sentir nervioso, muy nervioso.

Llegó, y las vio de lejos, se parecían bastante la una a la otra. Él estaba seguro de que su esclava no escogería una barbie, por miedo a que le gustara más que ella -parece mentira que no sepa a estas alturas que su físico es lo de menos, que a él le gusta, y que lo que más valora de ella su Amo es su entrega,- tragó saliva y se acercó a la mesa.
La sumi los presentó, se sentaron los tres en la mesa y empezaron a hablar, primero de lo nerviosos que estaban los tres y de los miedos que tenían unos y otros, luego empezaron a pactar límites para la sesión. Con las cosas claras llegaron al acuerdo de hacer la sesión. El Amo miró el reloj, había tiempo para hacerla YA!!!!!!! la mazmorra estaba cerca, la sumisa estaba de acuerdo y la invitada también.

- ¿Cómo lo hacemos, Mi Amo??????
El Amo pensó unos segundos y le ordenó a la sumi que acompañara a la invitada a la mazmorra, que se vistiera de esclava -desnuda con su collar, muñequeras y tobilleras- y la invitada lo esperara completamente vestida -ya vería como empezaba la sesión- antes de que salieran les avisó que les daba 15 minutos.

El Amo subió la escalera, tomó aire y abrió la puerta de la mazmorra.
Se encontró a su esclava de pie junto a su invitada.
Se acercó a las dos, acarició a su esclava y le ordenó que se arrodillara.
Después empezó a hablar con su invitada, le dijo que ella no era más que una invitada y que él se dirigiría a ella como tal, y ella durante la sesión le llamaría señor y lo trataría de usted, nunca amo ya que no le pertenecía.

Empezó a dar vueltas alrededor de su invitada y la fue acariciando por toda el cuerpo como si quisiera adivinar como era bajo la ropa. Le ordenó que se desnudara, pero como tardaba en obedecer más de la cuenta le ordenó a la esclava que la ayudara. La esclava estaba temblando, nunca se había acercado sexualmente a una mujer. La desnudó y el Amo empezó a acariciarles el pecho a cada una con una mano y apretar los pezones de las dos, notando que la invitada tenia el pecho mas sensible que su esclava. Empezaba a saber ya como castigar a la invitada en caso de ser necesario. El miedo de las dos al lésbico se podía palpar y cortar, Él les pidió que se pusieran una frente a la otra. Las ató pecho con pecho rozándose con los pezones.

El amo les preguntó si alguna vez habían besado a otra mujer, las dos contestaron que no, cogió el látigo y las animó a besarse. Las dos se hicieron de rogar, las mandó girar poco a poco y él sin moverse las iba alentando. A la tercera vuelta se besaban ya como si fueran lesbianas de toda la vida, casi parecía que disfrutaban, y el Amo se preguntaba si se alegraban tanto por besarse, o por la caricia del látigo.

Las desató y ató a la invitada a la cruz, la besó suavemente y le puso unas cuantas pinzas por el cuerpo, luego tiró a su esclava sobre la cama y se la folló ante la mirada de la invitada.
Se la folló por todos agujeros follables, la invitada se calentaba mientras las pinzas de los pezones le dolían cada vez más y se le hacia más incómoda la cruz.
Cuando acabó de usar a su esclava la puso de pie frente a la invitada, y le dio la fusta mientras le ordenaba que liberara a su "amiga" de las pinzas.
La esclava lo intentó, torpemente, le daba más a la invitada que a las pinzas y la invitada suplicaba al Amo que se las dejara puestas.

El Amo sentado y viendo el espectáculo esperó a que la esclava acabara su trabajo, después fue su esclava la que probó la cruz, y le dio a la invitada la opción de vengarse. La invitada se negó. El Amo la puso de rodillas y le ordenó que se la mamara.

Cuando acabó de cumplir, la puso a lamerle el coño a su esclava, ella ponía cara de asco pero unos pellizquitos cariñosos en los pezones la animaron ha hacerlo.

En el momento que la esclava a base de deditos y lengua se corrió, el Amo la desató, le quitó una muñequera y se la puso a la invitada, les unió la mano derecha e hizo un látigo con cuerda, uno para cada una y les dijo que la que tuviera menos marcas tendría premio y la otra castigo. Se sentó en la cama y vio como las dos se azotaban más brutalemente de lo que podría hacerlo cualquier Amo.

Después revisó las marcas de las dos. Lo dio como empate.
Les ordenó que se vistieran y recogieran la sala. Él se fue.

Se dirigió a la cafetería a esperarlas otra vez, esta vez le pidió al camarero un café doble y dos donuts, con la esperanza de acostumbrarse a las cosas de dos en dos.

MrQ

4 comentarios:

  1. Tela, telita de microrelato!!

    Un besote para ambos y mis mejores deseos :)

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  2. GRACIAS Fdi!!!!!
    Si que tiene tela, sincro... es lo mismo que le dije yo.

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  3. No entiendo la entrada es de Agosto y los comentarios de marzo!!!!!!!!!!!!!!

    ¡ Ojala fuera tan facil como parece encontrar otra sumisa para que mi Amo pudiera jugar con las dos....!

    Besitos
    LUNA14{j19}

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  4. luna, el relato no es nuevo, intentando subir unas fotos se me desconfiguró el blog y apareció como si fuera la última entrada, pero ni se como pasó ni como arreglarlo, así que mejor lo dejo como está.

    La sumisa aparecerá, seguro.

    Un... de to.

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Si has tenido la paciencia de leerme tienes todo el derecho a opinar. Adelante y gracias!!!