De la oscuridad a la luz... De la noche a la mañana.

Mi vida anterior ya no cuenta, era gris y vacía, pero milagrosamente apareció un hombre, Mi Cuadrador de Círculos, Mi dueño y de la noche a la mañana todo, toda mi vida cambió.
Por siempre, sor de MrQ

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Microrrelatos de MrQ, 13 - Cruz-

- CRUZ -

Entré, ella aún no había llegado. Arreglé unas tonterías que tenia pendientes y me asomé al amplio ventanal para ver como llegaba con ese caminar que me encanta.
Al final decidí salir a buscar unas cosas que me olvide en el coche, cuando regresé a la mazmorra ya estaba ella.
Me saludo con alegría, iba vestida de manera especial para la ocasión, me encantó, completamente a mi gusto y eso se que le cuesta.
Empezamos a hablar y a mirar las cosas pendientes de hacer y de buscar, ella simplemente me escuchaba y asentía con la cabeza sin dejar de hacer las tareas que le había asignado.
Después entre en la sala que se nos habían asignado para usar de mazmorra, para mi no era la mas adecuada pero en ese momento no se podía escoger otra cosa, a la fuerza ahorcan y asignan salas.

Tuvimos una sesión como todas las sesiones que habíamos tenido quizás con mas fortuna porque hiciéramos lo que hiciéramos salía bien y lo disfrutábamos: felaciones, penetraciones, caricias, todo lo que permitían nuestros cuerpos, azotes, fustas y un artilugio comprado en los chinos con pinzas en las puntas que tiene su punto.

Mientras ella estaba encima, mirando a un rincón de la habitación vi que había algo parecido a una cruz de San Andrés, ella siempre había querido ser inmovilizada y azotada en una.
Le ordené que saliera de la sala después de ponerse algo de ropa encima para no ser vista por fisgones inoportunos. Ella abandonó la sala mientras con 4 cuerdas preparé la cruz que tanto ansiaba.

Cogí la cola de gato y empecé a azotarla sin motivo, sólo porque me apetecía. Ella gemía pero pedía más, cogí la fusta y empecé a azotar la parte interior de los muslos de uno a otro como estuviera tocando el triángulo para llamar a comer a los leñadores de la montaña, pero aquí lo que se oía eran sus gemidos pidiendo más. Me levanté, cogí la cola de gato y la azoté todo lo fuerte que pude, ella se retorcía atada en la cruz.
La besé y acaricié las partes doloridas. La desaté y le ordené vestirse sin tocarme, eso fue lo que mas le costó. Abandonamos la sala y nos fuimos a hacer el café de rigor y comentar la jugada.

Ella se sentía feliz y yo también.
Fue diferente, fue tranquila y fue una sesión más a retener en la memoria.

Fin.
MrQ

1 comentario:

  1. Pues no sé MrQ ... pero si a mí mi hombre me hace lo que le has hecho al final a sor ... vamos, que ni Flor de invierno ni ocho cuartos, llamo a mi Diana Cazadora y lo ... vamos lo tengo una semana a pan y a agua!!

    besazos pareja y mis mejores deseos :)

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