Hay tantas maneras de castigar a una esclava como Amos y esclavas hay. Hoy Q, por puro placer, me ha castigado. Me ha hecho sentir una mezcla de placer y ???... hummm. Diez minutos. Diez minutos sin poder moverme y sin poder tocarle mientras Mi Dueño disfrutaba torturándome de la manera más placentera que se le ocurría. Diez minutos que ha alargado a su capricho, mientras su esclava jadeaba, intentaba no responder a sus besos y caricias y no devorarle abalanzándose sobre su... Él. Un dulce castigo y una manera deliciosa de cerrar la sesión.
Amo... sasup.

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