Mi amiga Mercedes -mujer fascinante, brillante, inteligente, innovadora, trabajadora y persona cabal como pocas- me acostumbró a leer
La Contra de La Vanguardia. Y hoy leyéndola no he podido dejar de pensar en ella porque habla de como cambiando nuestra visión de las cosas cambiamos la realidad, su última cruzada a la que le ha dedicado años.
Pensaba en ella y en que se merece una Contra y seria de las mejores. Tiene mucho que decir. Siempre se aprende con ella o te hace recordar lo que ya sabes. Siempre es un placer estar con ella... aunque sea en la lejanía.
Los que la conocéis ya sabéis porque hablo de ella aquí, aparte de todo lo dicho que méritos le sobran, y los que no y os apetezca podéis pasaros por su
Armario y sus
Escenas de Seducción y bucear y perderos por allí.
Mercedes.... un de to!!!
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(Nota: copio la entrevista porque creo que el enlace lleva a la última publicada)
LA CONTRA de LA VANGUARDIA, 21 septiembre 2010
Josep Maria Ferrer Arpí, motivador de
innovadores
"Si algo funciona..., ¡conviene
empezar a cambiarlo!"
VÍCTOR-M. AMELA
- 21/09/2010
Mi edad es mental:
entre 40 y 50 años. Nací y vivo en Barcelona. Soy ingeniero y me he
dedicado a la educación y a la divulgación científica. Vivo en pareja y
tengo dos hijos y cuatro nietos. ¿Política? Estado propio para
Catalunya, sin nacionalismo. La religión oficial es poder
Si algo funciona, mejor no
cambiarlo, ¿no?
Todo lo contrario: si algo funciona,
¡cámbialo!
No parece sensato...
Lo
insensato es dar algo por consolidado y asegurado: ¡lo único seguro es
que se irá al garete!
No siempre.
Sí:
¡el éxito es tu enemigo principal! Si estás arriba..., el batacazo es
lo próximo. ¡Seguro! Así que mejor controla tú el descenso… o te bajarán
los otros.
Qué estrés.
El mundo
cambia cada vez más rápido, así son las cosas: disponte para el cambio
constante, y ningún problema.
¿Lo ha hecho así usted?
Cada
dos o tres años he procurado innovar aquello que estuviera haciendo.
Así lo hice en mi trabajo en programas de divulgación de TV3 y como
director de innovación...
¿Conviene cuestionarlo todo
siempre?
Subviértelo todo... y observa qué escenarios
nuevos te abre eso: ¡conviene hacerlo al menos como ejercicio
intelectual!
¿Cómo se hace?
Hay un
montón de cosas que asumes como verdades. Juega a alterar esas
asunciones, a autoprovocarte..., ¡y te saldrán ideas nuevas!
Probemos
con esta asunción: "Trabajo para ganarme la vida".
Provócala,
así: "No trabajaré para ganarme la vida". Si ganar dinero dejase de ser
tu motivación, ¿cuál sería? ¿Divertirte? ¿Cambiar el mundo? ¿Qué te
gustaría hacer? ¿Cómo cambiaría tu vida? ¡Plantéatelo, al menos!
En plena crisis... perturba pensar así.
Las
crisis pasan. Y estas provocaciones pueden abrir alternativas. ¡Quizá te
harías rico en cuanto dejases de guiarte por el dinero!
¿Como
efecto colateral?
Si haces lo que te gusta, todo lo
que derive es colateral ¡y bienvenido! Depende de ti.
Y
de la realidad circundante.
¿La realidad? La realidad
no existe. La realidad se construye con sueños.
Y los
sueños, sueños son.
No: todo lo que ves alrededor, toda
esta civilización, ¡es resultado de sueños! Sólo lo soñado puede acabar
realizándose. ¡Sueña!
Otra asunción: "El trabajo
requiere sacrificio! ¡Provócala!: "El trabajo es un
placer que no requiere ningún sacrificio". ¿No merece la pena perseguir
esto? La alternativa es dramática: ser infeliz la mayor parte de tu
tiempo. No abandones jamás este sueño, lucha.
¿Qué
otras asunciones provocaría? "El trabajo condiciona la
vida familiar", "El trabajo condiciona mi residencia"... Provoco: "Mi
vida personal va por delante", "Mi residencia la fijo yo"... El modelo
es el comisario Montalbano: le ofrecen cargos y sueldazo..., pero
prefiere no cambiar por eso su pequeña ciudad, y se queda.
Póngame
un ejemplo de una innovación cuando parecía innecesario innovar. Nos
llegó el CD y para mi generación significó que estaba solventado
eternamente el soporte musical. Alguien innovó cuando parecía no hacer
falta... y el mp3 ha acabado con el CD.
Otro.
¿Era sensato innovar una tradición de 500 años de circo, y hacerlo
sin animales, y sin estrellas, y sin dirigirse a los niños, y musical y
caro? ¡Ahí tiene el Cirque du Soleil!
¿Qué innovación
introduciría en el deporte?
Que los equipos no
representasen ciudades, regiones ni estados. ¡Nada de himnos, ni
banderas, ni sentimientos patrióticos!
Lo tiene usted
claro.
¿Por qué el mundo del deporte parece
intocable? ¿Por qué hemos de ver a políticos en los palcos? ¿Son más
ellos que yo? ¿Por qué asumimos que en el fútbol se insulte?
¿Y
en el ámbito de la educación?
Reintroduciría el
esfuerzo disciplinado.
¿Qué consejos daría usted a sus
hijos? A mis hijos ya les dije: "No os legaré ningún
patrimonio material, lo gastaré todo antes de morir". ¡Trabajar para
dejar patrimonio es una necedad!
¿No es lo suyo un
egoísmo?
No, porque ¡es mejor que me tengan a mí que a
mis cosas! Siendo niños los llevé de viaje a muchos sitios, con tienda
de campaña, con poco dinero...: ¡eso es inolvidable! Une y forma. Yme lo
recuerdan con cariño. Y si ahora pueden verme contento y satisfecho
conmigo mismo, ¿no es este legado mucho mejor que todo patrimonio
material?
¿No ahorra?
Mi padre
decía: "Cuando me retire, haré esto, haré lo otro...". Y
murió a los 64
años, uno antes de retirarse. El ahorro sólo beneficia a los bancos. Yo
me lo gasto en viajes. La vida es una. Y corta. Y hay un modo de
amplificarla: ¡leer, ver cine, ver teatro y viajar!
¿Cuál
es su próximo viaje?
Sueño con una vuelta al mundo.
Para certificar que es redondo, ja, ja... Y se puede viajar sin mucho
dinero: ¡nunca he viajado tanto como cuando no tenía un duro, de joven!
¿Y cómo afronta un innovador esto de ir envejeciendo?
Se lo diré provocativamente:
cuantos más años cumplo, ¡más joven
soy! Porque el cuerpo sigue a la mente, y
yo voy liberándola de
ataduras, puñetas y miedos, y alimentándola con sueños: ¡lo mejor está
aún por hacer, me digo cada día!
Picasso decía: "Hay
que cumplir muchos años para llegar a ser joven".
Vamos a innovar: yo digo que soy un hombre joven al que le encanta
cumplir años.